Despedida... Nos vemos en el cielo!

Salmo 8:3 Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú formaste, 8:4 Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, para que lo visites?
8:5 Le has hecho poco menor que los ángeles, Y lo coronaste de gloria y de honra.

 No somos más que lo que Dios hace a través de nosotros, sin embargo nuestra naturaleza insiste en salir a flote y nuestro ego lucha incansablemente para relucir y mostrarse.

 Hoy es un día triste, un día en el que vuelvo a reflexionar acerca de la futilidad de la vida y el dolor terrenal de la muerte. Pasamos como hojas, hacemos, reímos y vivimos y mañana sin previo aviso morimos... Y el mejor y más importante legado que podemos dejar son las vidas de otras personas cultivadas con nuestras bendiciones... la mayor bendición de poder compartir a Jesús para ellos. Dios sabe que no soy nadie, ni un gran ejemplo de vida, y si algo soy, sólo es por su gracia, pero sé que la vida sin Cristo carece de sentido y es necesario comunicarlo con urgencia.

Hoy es un día triste y me despido de quién fue un gran hombre, que lamentablemente dejó esta morada terrenal y con gozo partió a la presencia de Dios, y esto me hace pensar: ¿Y los demás? ¿Los que mueren sin conocer la verdad liberadora de Jesucristo? ¿Que estoy haciendo por ellos? Sólo me resta decir, que aún queda mucho por vivir, aprender, practicar y transmitir. Dios nos dé fuerza en medio de este mundo posmoderno, librepensador e independiente para no ser arrastrados por la corriente.

Hoy es un día triste y con lágrimas en los ojos sólo quiero despedirme de usted Don Juan, tengo certeza que en el cielo nos encontraremos y bromearemos de nuevo. El nombre de Jesucristo sea glorificado!

 Salmo 8:3 Quando contemplo os teus céus, obra dos teus dedos, a lua e as estrelas que estabeleceste,
8:4 que é o homem, para que te lembres dele? e o filho do homem, para que o visites?
8:5 Contudo, pouco abaixo de Deus o fizeste; de glória e de honra o coroaste.