jueves, 25 de noviembre de 2010

Cielo estrellado de una noche cualquiera



Sus silencios, sus palabras, sus sonrisas, sus miradas
Su sonrisa, sus ojitos, sus leyendas y sus mitos
Aquello abstracto, impalpable pero perceptible
Llamaba la atención de su corazón enajenado.


Días, horas y años la esperaría 
Cielos, espacios y mares cruzaría
Buscando o tal vez intentando comprobar si era cierto
Si era posible, si existía, 
Si su voz era como la imaginaba, 
Como la soñó sin querer un par de veces.


Apenas y comprendió como lo hizo 
o de donde salió
Solo entendió que era real
Auténtica, transparente...
Real y por sobre todo existente
sin importar donde, cómo o cuando
Solo importaba que estaba ahí... en algún lugar distante.


Se sintió tonto un segundo, vaciló levemente 
Decidió que era justo... solo ser... solo fluir...
Solo expresar... 


Observo el cielo negro como su alma
contemplo aquella estrella lejana
y entendió lo pequeño que era... lo ínfimo
y lo dichoso de poder vivir... tan solo vivir...
Respirar y sentir... como sea... 
Solo ser... y saberla a ella también... cercana y distante
Cerró sus ojos, tomó su café y sonrío...


1 comentario:

Anónimo dijo...

Que lindo escribes, no es novedad que lo comente. Muchas veces sentimos lo mismo y la unica salida