martes, 1 de noviembre de 2011

Aprender, Crecer, Trascender




Jueves, 04 de agosto de 2011, 1:03


Hay cosas que no las puedes aprender en institutos, porque te dejan huellas profundas y cicatrices.
Hay otras que no se aprenden en seminarios ni conferencias porque tardan años en gestarse para que seamos capaces de comprender.
La vida es un racimo de eventos y situaciones tan complejas que en ocasiones creemos saberlo todo
Y en otras nos hayamos tan desorientados y perdidos sin siquiera poder entender como llegamos hasta ese punto.

¿Alguna vez te has parado a preguntar: Cuál es el propósito de mi existencia? ¿Te has cuestionado alguna vez que pasará 10 años después de tu muerte? ¿Te has preguntado si habrá alguien que te recuerde con orgullo o que se sienta digno de haberte conocido en vida? Son preguntas que parecen sencillas pero que involucran una serie de análisis sumamente complejos... ¿Quién es Jesús para ti? Un mero producto de tu idiosincrasia o de las circunstancias y zona geográfica en que te tocó vivir? Si hubieses nacido quizás en China o Nepal tu vida sería totalmente distinta y tendría un significado diametralmente opuesto al que tiene hoy. Pero Jesús es más que eso... o debiera ser más que eso. 

La vida cobra real significado cuando eres capaz de comprender quién es ese sujeto que sin conocerte sufrió burlas, golpes, injusticias y una muerte sumamente dolorosa. Tú no eres ni serás producto de la casualidad. La vida no consiste en acumular bienes y éxito y vivir con lujos. La vida es mucho más que respirar paz. 
Lo creas o no, Dios te creó con un propósito en este planeta y te puso en la familia, ciudad, país, entorno particular con un objetivo definido. Y ese propósito sólo puedes descubrirlo en Dios. 
Y si no crees, mira a tu alrededor y observa lo que el hombre ha construido dejando a Dios de lado y fuera de su vida, mira los hogares, matrimonios, valores, niños abandonados, guerras y miles de necesidades... Todo eso no es culpa de Dios, es sólo el producto de la ausencia de El en los planes y designios del hombre, y la permisividad de Dios para que éste ejerza su libre voluntad de escoger entre rechazarle como el Salvador y director de su vida o recibirlo como tal.

Sé que es un poco confuso esto, pero es la verdad... No soy yo mejor que tú por saberlo, al contrario... Si busco a Dios a diario es sólo porque soy el más vil pecador y reconozco que sin El no soy nadie. Entrégale tu vida y arriésgate a vivr ese plan que el diseño para ti... No es un camino color rosa como lo pintan algunos, al contrario...  Es una cruz pesada que llevar, pero puedo asegurarte que su recompensa es eterna y te permite trascender más allá de todo lo conocido. Pasa al otro lado... 

No critiques, no cuestiones esto, solo te pido una cosa: PIENSALO.

Hechos 4:12 "Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres, en el cual podamos ser salvos."

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